9/19/2005
México, D.F, 19 de Septiembre de 1985
Un día como cualquiera. Cuatro días despues de festejar el grito de Independencia. Era una mañana tranquila. Los padres e hijos se preparaban para ir a la escuela, los universitarios ya se encontraban en clase, la ciudad se encontraba ya viva. Siendo las 7:18 a.m. ningun alma estaba preparada para lo que un minuto se avecinaba. A las 7:19 a.m. el impacto sismico llego a la ciudad de México, magnificado en parte por el tipo de suelo de la ciudad en parte por estar entre cerros que solo rebotan la onda sismica. Fueron unos cuantos segundos, una rafaga interminable de angustia en unos casos y de dolor y terror en otros. La zona centro de la ciudad fue la más lacerada. A la periferia, en mi caso Xochimilco solo tuvo unos cuantos edificios dañados y varios casos de shock y crisis nerviosa. Ese día no hubo clases. Tampoco el día siguiente y tampoco el siguiente. Muchas escuelas quedaron seriamente dañadas o totalmente destruidas. La tristeza y la impotencia estaban a flor de piel. A pesar de haber sido un niño de 6 años cuyo mundo aun es una esfera de cristal podia notar en el ambiente los estragos causados por un movimiento tectónico de unos cuantos segundos en el ánimo, no solo de unos cuantos adultos sino en el de una nación. Sin embargo esos 8.1 grados Richter en vez de aniquilarnos lograron hacer algo que en el pasado ni las guerras lograron. Unir un poco más a los mexicanos. Demostrar las cosas que se pueden hacer cuando se trabaja en equipo y sin sentimientos impuros que corrompan el pensamiento.
Hoy recordamos los suscesos del pasado y prentendemos creer que estamos listos en caso de suceda otro en un futuro. La realidad es sumamente cruda y realista. No estamos ni estaremos listos para un terremoto pese a cumplir todas las normas de seguridad y tener a tu gente en estado de esquizofrenia constante no aseguran que cuando ocurra un terremoto se minimicen los decesos y perdidas materiales. Aun falta cultura en las personas y un gobierno realmente responsable que haga cumplir las normas en su más estricta forma. Cuando se logren madurar estos requisitos México talves tenga posibilidades de salir avante de un movimiento telurico de gran magnitud.
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Desvarios Nocturnos,
Efemérides Impías
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