2/03/2006

Cultura Vial

Hoy siendo un día sin chiste se volvio en un día de aprendizaje. Todo inicio con el SMS de mi buen amigo Edgardo recalcandome que continuaba tan aburrido como el día anterior y aprovechando que yo fui de visita a mi facultad pues acordamos continuar con las clases de reaprendizaje o actualización de conducción de vehiculos automotores de 4 llantas. Así pues empezamos el trayecto por la gloriosa, pesele a quien le pese, Ciudad Universitaria simplemente afinando las técnicas de estacionamiento en reversa, ¡mendiga reversa como me cuesta trabajo!, y el como tratar a los pendejos universitarios cuando ven un auto ir a ellos.
pendejo.
(Del lat. *pectinicŭlus; de pecten, -ĭnis, pubis).
1. m. Pelo que nace en el pubis y en las ingles.
2. m. coloq. Hombre cobarde y pusilánime.
3. m. coloq. Hombre tonto, estúpido.
4. m. coloq. pendón (ǁ persona de vida irregular y desordenada).
5. m. And. muérdago.
6. m. And. Especie de calabaza.
7. m. vulg. Arg. y Ur. Chico, adolescente.
8. m. despect. coloq. Cuba. Persona cobarde.
9. com. coloq. Perú. Persona astuta y taimada.
Despues de unos movimientos, quiebres y mentadas de madre mentales a todo mundo sugirio ir a comer, por lo que fuimos a comer unos estupendos tacos de canasta que se encuentran muy cerca de Perisur. De ahi nos lanzamos a comprar las santas y exquisitas Cocas frias por el rumbo de Cuicuilco. La colonia no recuerdo como se llama pero si es conocida. Ya ahi perdiendo el tiempo en divages de mota, viejas y música recordamos que él tenia que ir a ver a su asesor de tésis. Así que de vuelta a CU. Despues de una hora con el asesor pasamos a la facultad de Medicina a preguntar los requisitos para el uso de las bicicletas que prestan. Dandonos cuenta que este servicio es una tomada de pelo en caso de que quieras solo pasear por CU. Es simplemente para ir a un destino concreto. Lo malo es que tienes un límite de tiempo de 20 minutos, que digamos para una persona que llega por metro Copilco y estudie en Ciencias y tenga la condición de varios medicos y dentistas que vi, usan una bici y no pueden con una simple subida de inclinacion menor a 50° de inclinación, pues tardaran al menos una media hora en llegar de lado a lado. Nefasto dicho servicio. Abandonamos CU buscando un lugar donde pasar el tiempo sin aburrirnos. Y nuestra busqueda nos llevó a Coyoacan. Aqui es donde comienzan los problemas viales. Ningun conductor que se diga de serlo me cedio en algun momento el paso a carriles centrales aun haciendo uso de mis luces direccionales. Se supone que los fabricantes de automoviles las crearon para avisar al conductor del automovil de atras que se va dar vuelta ya sea a la izquiera o derecha segun corresponda. Por lo que en teoría y por educación se cede el paso. Nada. Al contrario aceleran para no dejarte pasar. Así que yo recordando el dicho de "Si a Roma fueres, haz lo que vieres" pues aplique las mismas. No dejé cuando pude que entraran a mi carril otros individuos, me metia sin aviso y bruscamente. Cabe recordar para quien no conozca esta ciudad, que aquí se aplica otro dicho: "el que pega paga", por lo que al meterse uno de esa manera busca que le peguen y por lo tanto los autos evaden dicho compromiso y a la malagueña ceden el paso. No deberia ser así pero esta es la jungla de asfalto y el más fuerte y violento es el que manda. En Coyoacan solo deambulamos, comimos un "lunch" de niño de Secundaria, una Coca Cola y unas frituras qué en mi caso fueron unos Churrumais con Limoncito y Salsa Valentina :-P y en su caso unos Rancheritos con la misma salsa. Ya mas o menos ubicados nos dedicamos a echar taco de ojo. Nada memorable. Eso si, muchas "teens" con el absurdo "look" de RBD. Terminado nuestro almuerzo procedimos al viaje a mi casa, pues el vehiculo de Rapido y Furioso es de mi buen amigo. Por lo que la pelea vial empezo de nueva cuenta. Solo que en esta ruta fue mas lenta y solo con pequeños cerrones, toques de claxon y envio de luces altas. Todo esto porque era la hora pico. Así, el trayecto por División del Norte se hizo medianamente ágil hasta el punto en que desemboca en Tlalpan. Ambas arterias se encuentran desde las 7 p.m. hasta las 9 p.m. saturadas. Asi me la pase quemando clutch por mas de un kilometro. Ya saben, primera, segunda y alto. Primera, alto, primera, alto. Tedioso. Lo más molesto son los micros que a producto de gallina quieren pasar. Y malo para ellos es tener a un Sith ya molesto por tantos cerrones y la lentitud del tránsito. Mi master feliz. El en su rollo. Yo sudando. Pasamos Tlalpan, llegamos a Calzada del Hueso y el tráfico era moderado. Pero llegando a la Glorieta de Vaqueritos nuevamente la pelea se reanudo. Otro buen rato de primera, freno, primera y rugido de motor. Ya sobre Prolongación División del Norte fue más tranquilo. Llegamos a mi casa en una pieza. Yo harto de tanto coche. Mi maestro ya descansado listo para un trayecto mas desahogado que el mio. La lección de hoy es: El pez grande se come al chico, solo el más fuerte sobrevive y consiguete un chofer para que te ahorres de muchos, muchos problemas. Un hecho es que pocos conductores en esta gran ciudad saben en realidad como se debe transitar. Sin embargo este cambio no será logrado con cambios constantes al reglamento de tránsito de la Ciudad de México. Esto empieza en cada casa, en cada escuela y en cada individuo. Yo pondré el grano de arena que me corresponde cuando el quesomóvil salga a quemar llantas en los oscuros caminos de Tenochtitlan.

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